El Trono Maya, el jaguar y el quetzal
En la celebración de la Hispanidad 2025 en el Colegio Miguel de Cervantes, hemos organizado un taller especial para los estudiantes de Infantil y 1º sobre los animales sagrados de la civilización maya y su relación con la alimentación, culminando con la decoración de un trono maya a modo de cierre creativo y motivador.
El taller está diseñado para acercar a los niños a la riqueza simbólica y cultural de los mayas, enfocándonos en dos animales fundamentales: el jaguar y el quetzal. Estos animales no solo tenían un significado espiritual profundo, sino que también eran parte esencial del entorno natural para los mayas.
El jaguar, símbolo de poder y protección, era un depredador respetado y una figura clave en las leyendas y rituales. Además, su presencia en la selva representaba un equilibrio natural que los mayas aprendieron a respetar. El quetzal, un ave de plumaje brillante, era asociado a la libertad y la belleza, y sus plumas eran altamente valoradas
para adornar prendas y objetos ceremoniales.
Los estudiantes explorarán cómo estos animales y otros recursos naturales, como el maíz, el cacao y los frijoles, formaban parte de la dieta cotidiana y espiritual de los mayas. Así, aprenderán que la alimentación maya estaba profundamente ligada a su entorno y a sus creencias, mostrando una relación armoniosa entre seres humanos,
animales y la naturaleza.
Como actividad final, los niños participarán en la decoración de un trono maya, un símbolo de poder y conexión con los dioses, en el que plasmarán con colores y formas los animales sagrados y sus significados.
Para hacer esta experiencia aún más emocionante, organizamos una gincana gamificada para encontrar el “Trono Sagrado Maya”, escondido por los dioses para proteger su sabiduría. A través de pistas relacionadas con los animales y plantas y su importancia, los niños desarrollarán habilidades de observación, colaboración y conocimiento cultural.
Este taller busca que los niños no solo aprendan sobre los animales sagrados y la alimentación maya, sino que también vivan una experiencia lúdica y significativa que despierte su curiosidad y respeto por la cultura y la naturaleza