TECNOLOGÍA EDUCATIVA

El programa de tecnología educativa del Colegio Miguel de Cervantes obtiene el reconocimiento de la UNESCO

La integración y el uso de la tecnología en la práctica pedagógica del Colegio está entre los veinte estudios de caso seleccionados a nivel mundial por el proyecto de Mejores prácticas en aprendizaje móvil.

Por: Antonio Abello Rovai | 11 de febrero de 2019.


UNESCO-Fazheng Best Practices in Mobile Learning

El proyecto es una iniciativa de este organismo internacional cuyo objetivo es identificar y evaluar las mejores prácticas de aprendizaje móvil y programas de tecnología educativa a nivel escolar en todo el mundo que, por sus características, puedan servir como modelos de implantación de programas escolares de aprendizaje móvil. En su conjunto, los relatos de experiencias proporcionan elementos para la elaboración de un marco común de actuación que, en línea con el ODS4, sirva como guía de planificación y desarrollo de este modelo de aprendizaje.

Los casos que forman parte de esta publicación han sido seleccionados entre más de 150 solicitudes de escuelas y entidades educativas de 41 países. 

“Recibimos la noticia de la publicación de nuestro estudio de caso como el reconocimiento a la disponibilidad y el entusiasmo de cada uno de nuestros profesores y profesoras para aventurarse y explorar nuevas estrategias pedagógicas que, además de proporcionarle experiencias de aprendizaje más innovadoras, significativas y enriquecedoras a sus alumnos, también contribuyen a su desarrollo y crecimiento como profesionales.” Antonio Abello Rovai (Coordinador del Equipo de Tecnología Educativa)

Antonio Abello Rovai

La tecnología educativa en el Colegio Miguel de Cervantes

Al comienzo de los años 1990, el centro realizó inversiones e impulsó acciones de incentivo y formación de su equipo docente con el objetivo de integrar el uso de los recursos tecnológicos en la práctica educativa de sus alumnos y profesores. Tal como la mayoría de las escuelas de aquel entonces, marcadamente las privadas, la prioridad de tal inversión fue la de dotar el Colegio de laboratorios de informática y clases de computación que gradualmente pasaron a formar parte del currículo escolar. A principios de la década de 2010, se observó el agotamiento de ese modelo. Esto se debió, sobre todo, a la constatación de la escasa transferencia de competencias digitales desarrolladas por los alumnos en las clases de informática a las demás actividades académicas. En ese momento, el Colegio tomó la decisión de reformular y actualizar la política de tecnología educativa, con base en dos grandes principios: la comprensión de que la tecnología debe involucrar transversalmente todas las áreas del conocimiento para potenciar la actividad académica, y, en segundo lugar, la concepción de las nuevas tecnologías como instrumentos capaces de promover prácticas pedagógicas transformadoras, en las que la actuación del profesor transcienda la mera transmisión de informaciones y en la que el aprendiz pueda construir su conocimiento en un ambiente rico, desafiador y ajustado a las necesidades del siglo XXI.

A tales premisas corresponden, a su vez, los siguientes desafíos:

  • Estimular la producción autoral y, a través de la interacción en ambientes virtuales de aprendizaje, avanzar hacia una práctica educativa en la que la construcción del conocimiento se configure como un fenómeno progresivamente más colectivo y colaborativo.
  • Incorporar nuevas metodologías basadas en tecnología, más eficaces y más propicias a la adquisición de habilidades y competencias, como la resolución de problemas; el trabajo colaborativo; el desarrollo de las funciones cognitivas de orden superior, como análisis y síntesis; la autorregulación y la autoevaluación.
  • Reconocer las especificidades de un cuerpo discente que pertenece a una generación fluente en el uso de las nuevas tecnologías e incorporar los recursos tecnológicos a la actividad educativa dotándola de una intencionalidad pedagógica[1] que permita aliar la facilidad y la velocidad de acceso a la información con el rigor del trabajo intelectual que requiere esfuerzo, reflexión sistemática y pensamiento crítico.[2]

En armonía con esas directrices, la nueva política de tecnología educativa fue elaborada y estructurada a lo largo de 2012 e implantada al año siguiente. El primer paso fue instituir un Equipo de TE, subordinado al Equipo de Coordinación Pedagógica, cuya composición obedeció a la premisa de que una parte significativa de sus integrantes fuera originaria del área pedagógica. Con eso, se intentó alcanzar dos objetivos: por un lado, que el diseño de la nueva política de tecnología educativa surgiese del aula, de abajo hacia arriba, atendiendo a las necesidades reales del profesor en la base de la pirámide, y, por otro lado, que favoreciese el interés y la participación de todo el cuerpo docente a partir de una estrategia en la que la formación entre pares fuera prioritaria.

“Uno de los aspectos singulares y decisivos que hacen del proyecto de aprendizaje móvil del Cervantes
un modelo que se puede replicar en otras instituciones es la opción por una configuración del Equipo de TE compuesta por profesores que no sean necesariamente especialistas en TI. En esa condición, además de reconocer la centralidad del profesor en la formulación de la política de tecnología educativa, se favorece la formación y la capacitación docentes de forma menos verticalizada, entre pares. También se potencia la actuación de equipos docentes de competencias cruzadas para el desarrollo de proyectos pedagógicos orientados a la resolución de problemas en contextos interdisciplinares.” (AAR)

Al Equipo de TE le cupo realizar la articulación entre las áreas pedagógica y administrativa en lo que se refiere a la infraestructura de equipamientos y recursos tecnológicos usados en el aula, coordinar las acciones de formación y capacitación docente, y promover la divulgación de buenas prácticas pedagógicas apoyadas en el uso de la tecnología en todos los niveles de enseñanza y en las diferentes áreas del conocimiento.

Acciones, conquistas y metas

  • Se procedió a la sustitución gradual de las aulas fijas de informática por laboratorios móviles (actualmente el centro dispone de 8 LMs con notebooks o tablets que atienden a los alumnos de Educación Infantil a 7º curso de Enseñanza Fundamental). Paralelamente, y en conjunto con TI, se ejecutó un plan de ampliación de conectividad que permitiese el uso de dispositivos y el acceso a la red en las aulas, o fuera de ellas, de acuerdo con las actividades propuestas y de manera transversal entre las asignaturas.
  • Se adoptó el modelo de enseñanza híbrida, que concilia las ventajas de la enseñanza presencial con las del e-learning. La definición de ese modelo se hizo por medio de una amplia reflexión del cuerpo docente y de los gestores escolares para establecer colectivamente los parámetros de actuación que orientasen una respuesta al desafío de contextualizar nuestra práctica docente ante las exigencias de la contemporaneidad: aprendizaje constante, ubicuo, progresivamente autónomo y autoral y en contextos formales e informales.
  • Se llevó a cabo un proceso de formación continuada del cuerpo docente, uno de los pilares de cualquier proyecto que desee transformar el uso de las TICs en la educación de manera efectivamente innovadora.
  • Se eligió el ambiente virtual de aprendizaje Moodle como plataforma estructurante del modelo de enseñanza híbrida y, también en conjunto con los profesores y gestores escolares, se definió una política de uso que facilitase la navegación y favoreciese la consulta y ejecución de actividades interactivas por parte de los alumnos. En paralelo, se elaboró un plan de selección de contenidos y recursos pedagógicos digitales, como también de software educativo (incluso para la detección de plagio).
  • A partir de 2014, se implementó un programa de inmersión digital para los alumnos de 8º curso de Enseñanza Fundamental –que se amplió, consecutivamente, a los cursos siguientes- con el objetivo de favorecer el uso de las versiones digitales de los libros didácticos y de contenidos digitales variados (REAs) accesibles con dispositivos móviles en régimen de BYOD (Bring Your Own Device).
  • Se desarrolló un amplio programa de formación y orientación sobre el uso ético, seguro y saludable de los recursos tecnológicos para toda la comunidad escolar.
  • En el bienio 2016-17, el Equipo de TE produjo un currículo de habilidades y competencias digitales cuja elaboración obedeció a tres directrices metodológicas: el mapeo del uso de recursos tecnológicos en la práctica pedagógica habitual del centro; la estructuración de esa práctica en orden secuencial y gradual, y el ajuste del desarrollo de tales habilidades y competencias a lo que preconizan parámetros nacionales e internacionales del ámbito de la OCDE[3]. En 2018 se presentó una versión actualizada y ajustada a la Base Nacional Curricular Común del Ministerio de Educación de Brasil.

“La educación del siglo XXI requiere una transformación. Programas internacionales como PISA y, en Brasil, la implementación de la nueva Base Nacional Curricular Común, indican la necesidad de enfatizar el desarrollo de habilidades y competencias en lugar de la transmisión mecánica y descontextualizada de conocimientos. La urgencia de esa demanda está en consonancia con exigencias que extrapolan el ámbito escolar: las habilidades que la sociedad contemporánea demanda y demandará de los individuos, bien sea en la esfera del ejercicio de la ciudadanía o en la esfera del mercado de trabajo, son aquellas que, a lo largo del siglo pasado, han preconizado los más innovadores pensadores de la educación. Conceptos como aprendizaje por descubrimiento, centralidad del alumno en la construcción del conocimiento, aprendizaje activo, formación integral, y, sobre todo, la idea de que la educación es un fenómeno dinámico y en constante reconstrucción, adquieren relevancia en la actualidad.” (AAR)

El Colegio Miguel de Cervantes forma parte del Programa de Escuelas Asociadas de la UNESCO, con cuyos principios se identifica. Nuestra acción educativa se fundamenta en valores que apuntan a la estructuración de la ciudadanía, el ejercicio de la libertad y la atribución de responsabilidades. En sintonía con esos valores, la política de tecnología educativa adoptada nos permite asumir el compromiso de formar estudiantes que sean ciudadanos del mundo, bien informados, dotados de espíritu crítico, socialmente conectados, éticos y comprometidos.[4] Este es el desafío de la educación contemporánea y para enfrentarlo hemos dado los primeros pasos: las decisiones que hemos tomado han sido con base en estudios criteriosos e inspiradas en experiencias exitosas en Brasil y en el mundo; la inversión necesaria se ha realizado y se ha movilizado al cuerpo docente que ha sabido responder con entusiasmo. Los rumbos están definidos y los instrumentos de navegación, calibrados. La trayectoria de esta transformación está apenas comenzando. El camino hacia adelante es largo, pero alentador.

Forman parte del Equipo de TE 2018:
César Bardillo, Antonio Abello Rovai, Karin Cruz Arriagada, Grace Kelly Gonçalves, William Gerson da Rosa, Fernanda Rodrigues Baruel,Viviane de Oliveira Panegassi y Pollyanna Cipriano Cardoso.

Foto: Equipe de TE 2018.

Componentes del Equipo de TE en años anteriores:
Andreza Concheti, Carolina Ferrucci Monção, Claudia Bruno Galvan, Heloísa Helena Lago Gouveia, Jorge Pedrosa Rúa, Paula Fernanda Sousa, y Vivian Ferri Passadore Oliveira.

“Todo proyecto de aprendizaje móvil debe reconocer las facilidades que las TICs ofrecen y promover su utilización, tanto en lo que se refiere a nuestra práctica cotidiana en el universo escolar, como en cualquier otra dimensión de la vida social. Sin embargo, hay que mantener una postura crítica en relación con el uso y los desafíos de la tecnología ante la constatación de los efectos nocivos de contextos de hiperconexión, tanto desde el punto de vista de las relaciones de trabajo, como de las relaciones personales. Por eso, asumimos la tarea de analizar el asunto en la dimensión de su complejidad, evitando posturas binarias que lleven a una elección simplista entre la complacencia ingenua o el rechazo automático de las tecnologías que traspasan cada vez más todos los aspectos de la vida contemporánea.” (AAR)

Acceda a la publicación oficial de la UNESCO en: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000366724


[1] TORI, Romero. Experiências educativas com realidade aumentada. in: InovaEduca3.0 – 1º Congresso sobre Práticas Inovadoras na Educação em um mundo impulsionado pela tecnologia. São Paulo, 1/10/2012.
[2] PRENSKY, Marc. Nativos e Inmigrantes digitales. Disponible en < https://www.marcprensky.com/writing/Prensky-NATIVOS%20E%20INMIGRANTES%20DIGITALES%20(SEK).pdf > Institución Educativa SEK. Madrid, 2010 [Acceso en 22/08/2013]
[3] Dirección de Educación de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos):
CLARO, Magdalena. Propuesta marco conceptual y listado de competencias del siglo XXI. Ministerio de Educación de Chile. Disponible en: <http://www.educarchile.cl/ech/pro/app/detalle?id=211265> [Acceso en 23/03/2013].
ALA-MUTKA, Kirsti – Mapping Digital Competence, Towards a Conceptual Understanding – Institute of Prospective Technological Studies 2011. Disponible en: < http://ipts.jrc.ec.europa.eu/publications/pub.cfm?id=4699 > [Acceso en: 05/12/2013]
[4] Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). “Educación para la ciudadanía mundial: temas y objetivos de aprendizaje”. París, 2015. p.7.